jueves, 28 de agosto de 2008

CENTRO JUAN MONTALVO ACUSA GOBIERNO DE ABONDONAR FAMILIAS GUACHUPITA



Cortesia Clave Digital
Maria Auxiliadora.- El Centro de Estudios Sociales Padre Juan Montalvo advirtió este jueves que unas 30 familias que habitan en el sector Jarro Sucio, del barrio capitalino Guachupita aún corren peligro, mientras los organismos competentes no toman medidas para garantizarles seguridad.

“La gente se mueve entre tragedia y confusión, pues se evidencia que, ni los organismos gubernamentales ni las organizaciones sociales, cuentan con un plan real y organizado que les deje paz”, relató Jenny Torres, encargada del área de investigación del Centro.

Torres responsabilizó a las autoridades de la tragedia de este miércoles donde seis niños y dos adultos fallecieron al producirse un derrumbe que sepultó sus viviendas, próximo a la Cañada de Benavides, en el sector de Guachupita.

Ante la tragedia, el director del Centro de Operaciones de Emergencia (COE), coronel Juan Manuel Méndez, afirmó que estas personas habían sido advertidas por posibles deslizamientos de tierra debido a la vulnerabilidad del suelo pero que se negaron abandonar sus viviendas.

La investigadora del Centro Juan Montalvo explicó que no se trata de sacarlos de su hábitat natural y ofrecerles una vivienda en cualquier otro lugar, sino que exige tener una política integral donde los desalojados sea reubicados en zonas productivas que les permita sustentarse.
Mediante el documento “Historias de vidas y muertes: entre ciclones, irresponsabilidades y malas prevenciones”, los jesuitas declararon que “la falta a la promesa de una solución definitiva para estas familias es tal vez la verdadera causa de su muerte”.

Criticaron el discurso de toma de posesión porque se fundamentó en la construcción de “obras fantasiosas propias de cuentos de hadas” y no apuntó a mejorar las infraestructuras básicas, como las de agua, saneamiento, salud y educación.

En este sentido, los jesuitas pidieron al Gobierno consignar en el Presupuesto 2009 los montos suficientes para dar cumplimiento a la ley 147-02 sobre gestión de riesgos.

“El próximo presupuesto debe hablar de la disposición de implementar el sistema de gestión de riesgos y de la decisión clara y firme de eliminar la pobreza con políticas públicas de largo plazo”, expresa el escrito.

También, demandaron un aumento en la inversión en viviendas a un 2% del PIB, como ocurría antes de la crisis viven en condiciones deplorables, a través de una verdadera política de viviendas.

Recordaron que en la República Dominicana hay un 42% de personas viviendo en condiciones de pobreza, que los hace más vulnerables a los fenómenos naturales sean desastres y actuamos de manera reactivas a su paso.

TESTIGOS DE LA TRAGEDIA DE GUACHUPITA EXPRESAN DOLOR, INDIGNACON Y RABIA


El párroco de la iglesia San Martín de Porres, en Guachupita, Javier Vidal, expresó que lo sucedido era “una tragedia anunciada”, ya que todos sabían del peligro: autoridades nacionales, municipales, así como los dirigentes comunitarios de la zona.

Por Jovanny Rodríguez

Guachupita.- Desgarrantes escenas de dolor e indignación se vieron ayer en Guachupita, donde cientos de personas abarrotaron el lugar violando el cordón colocado por la Policía y la Defensa Civil.

Algunos estaban tan enojados que, incluso, repudiaron la presencia de políticos, como el diputado Carlos Peña. “Que se vaya, que se vaya”, repetían de manera insistente mientras se quejaban de que las autoridades solo acuden a los barrios marginados cuando se produce alguna tragedia, pero no toman medidas para evitarlas. El diputado Peña sugirió que las autoridades municipales y nacionales elaboren planes conjuntos solucionar los graves problemas.
Odalís Díaz, hija de Anadina Rosario, narró que su madre dormía cuando salió disparada y quedó aplastada por toneladas de rocas que salieron por debajo de su casa. Rosario está interna en el hospital Luis E. Aybar.

“Nosotros fuimos el lunes al Ayuntamiento y nos entrevistamos con el ingeniero Noboa para que hiciera un levantamiento, ya que se advertía que la roca que provocó la muerte de estas personas podría caer en cualquier momento”, afirmó Ernesto Alejandro Luis Brito, quien pensó que el mundo se estaba acabando cuando se produjo el deslizamiento.

Señaló que la respuesta del cabildo fue que necesitaban alrededor de un millón de pesos para resolver sus demandas y que en esos momentos no contaba con el dinero. La reacción fue de indignación en la zona.

Javier Vidal, párroco de la iglesia San Martín de Porres, en Guachupita, Lamentó que luego del hecho llegaron todas las autoridades y mucha prensa, pero que antes nadie acudió al lugar para hacerse eco del estado de orfandad en que se desenvuelven miles de dominicanos en zonas de alta vulnerabilidad.

Luego de la tragedia, ocurrida alrededor de las 2:00 de la madrugada, la vivienda de Brito está a punto de caer al precipicio, por lo que decidió sacar a sus dos hijos y la esposa y alojarlos a otro lugar.
Al lugar, hasta ahora, solo se ha presentado el jefe de la Policía, Rafael Guillermo Guzmán Fermín, quien dispuso que se brinde a los familiares las ayudas necesarias.